<p style="text-align: justify;"><span>La época de mayor auge de explotación minera en Etzatlán ocurrió de 1905 a 1938 en el poblado y complejo industrial conocido como El Amparo. Durante este periodo el número de habitantes de este poblado fue superior al de la cabecera municipal. En El Amparo se tenían servicios educativos, de salud y entretenimiento que la mayoría de los pueblos en México no tenían. </span></p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"><span>La compañía minera y los trabajadores adquirieron una imagen de Jesucristo para la capilla de El Amparo. Su llegada al pueblo resultó todo un acontecimiento. A este cristo se le llamó “El Señor de El Amparo”, el Santo Patrón de la comunidad. </span></p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"><span>Los mineros, siempre expuestos al peligro en su trabajo, fueron los principales fieles de esta imagen. Los trabajadores se unieron para comprar una corona de espinas y ráfagas de plata para El Señor de El Amparo. Esta imagen generó mucha devoción entre la población y se estableció el último domingo de mayo como el día de su celebración. Además del novenario y la procesión se oficiaba una misa en la capilla y en la bocamina principal, con objeto de honrar a los trabajadores que fallecían en las minas o habían tenido algún accidente de gravedad. Además de la celebración religiosa también se realizaba una gran fiesta pagana, había castillo, música, baile y comida para todos. </span></p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"><span>El complejo minero dejó de operar en 1939, la compañía extranjera ya había explotado las principales vetas de minerales y no estaba conforme con el proceso de sindicalización de los mineros, quienes demandaban condiciones laborales dignas y justas.</span></p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"><span>En poco tiempo, esta comunidad tan activa y que representó la llegada de la modernidad al municipio, comenzó a deshabitarse ante la falta de trabajo, se desmantelaron edificios y maquinarias, todos los servicios dejaron de funcionar. </span></p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"><span>Actualmente, El Amparo tiene una población cercana a los 50 habitantes. Se ha convertido en un pueblo fantasma, donde pueden observarse las ruinas que dejó la industria minera en Etzatlán. </span></p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"><span>Cada año, el último domingo de mayo este pueblo vuelve a llenarse de vida y movimiento en la celebración de El Señor de El Amparo. Las personas que vivieron en este pueblo o quienes tuvieron parientes que trabajaron en las minas acuden a esta fiesta patronal. Tradicionalmente, quienes viven en los alrededores llegan a caballo y otros llegan a pie o en vehículo desde Etzatlán. Además de la festividad religiosa, el Día de El Amparo se puede observar y disfrutar el castillo, la música, el baile y la abundante comida. Esta fiesta tradicional está impregnada de nostalgia y misticismo. </span></p>